
Los huertos solares permiten generar energía limpia y renovable aprovechando la energía del sol. Conoce todas las ventajas de esta solución innovadora.
Conocer los diferentes tipos o modalidades de autoconsumo te va a permitir detectar cuál puede convenirte.
Además, va a ayudarte a constatar la importancia del autoconsumo en las sociedades actuales para fomentar la transición energética hacia modelos de consumo de energía más respetuosos con el medioambiente y más accesibles, ya que utilizan recursos locales.
Autoconsumo individual o colectivo, con o sin excedentes, aislado o conectado a la red eléctrica, con o sin compensación… Las posibilidades pueden ser abrumadoras. Por esta razón, queremos arrojar algo de luz en esta cuestión con este artículo que aborda las modalidades de autoconsumo más significativas.
El autoconsumo se puede clasificar según quien lo produce y consume.
El autoconsumo individual se refiere a la energía que es generada y consumida por un único usuario, ya sea una vivienda, empresa o industria.
Se trata del modelo más común en viviendas unifamiliares y pequeños negocios o empresas, y permite a quien lo instala producir energía limpia para cubrir una parte o la totalidad de su demanda energética, según la potencia que ofrezca la instalación.
En el autoconsumo colectivo varios consumidores comparten una misma instalación de generación de energía.
Puede ser un autoconsumo compartido en una comunidad de vecinos, varias empresas de un parque o polígono industrial, o lo que se conoce como comunidades energéticas.
Esta modalidad de autoconsumo permite reducir los costes de instalación y mantenimiento, favorecer el acceso a una energía renovable y optimizar el uso de la energía generada, minimizando las pérdidas.
El autoconsumo industrial cumple con varios objetivos: que las empresas e industrias generen su propia energía, ahorren costes y se aseguren la estabilidad energética, mientras protegen el medioambiente.
Las instalaciones de autoconsumo brindan, en todas estas modalidades, una gran ventaja: revalorizan los espacios en los que se instalan.
En función de la conexión a la red eléctrica, el autoconsumo puede ser aislado, o gestionar excedentes. Lo vemos.
El autoconsumo aislado es aquel que no está conectado a la red eléctrica, es decir, el suministro de energía depende exclusivamente de la que se genera, que se puede almacenar en baterías o utilizar directamente.
Suele ser una solución interesante para viviendas apartadas donde no llega el suministro eléctrico. Una instalación fotovoltaica puede ser, por ejemplo, una alternativa a un generador de gasoil más limpia, segura y accesible.
El autoconsumo sin excedentes es un sistema conectado a la red eléctrica que consume toda la energía que genera o la acumula en baterías para consumirla en otro momento (por ejemplo, por la noche o cuando no se pueda producir energía).
En el momento en que no queda más energía, los usuarios recurren a la red eléctrica.
Puede servir, además, de respaldo si hay cortes de luz, y para abaratar la factura.
En el caso del autoconsumo con excedentes, como su nombre indica, gestiona la energía sobrante que no se ha consumido vertiéndola a la red de dos maneras:
Mención aparte merecen dos modalidades de autoconsumo especiales que te describimos seguidamente.
Las comunidades solares son proyectos de autoconsumo colectivo que pueden estar ubicadas en múltiples emplazamientos, tanto urbanos como rurales, como tejados de edificios, terrenos cercanos a los consumidores, áreas comerciales, etc.
Se trata de proyectos que promueven la gobernanza de la energía entre los miembros de una comunidad o asociación de todo tipo de perfiles, reduciendo el coste del suministro y la dependencia energética.
Los huertos solares o granjas solares (campos solares cuando son de gran envergadura) son instalaciones fotovoltaicas que producen electricidad en terrenos amplios y soleados no rentabilizados.
Pueden destinarse al autoconsumo industrial o a abastecer comunidades energéticas, por poner dos ejemplos.
Para clasificar los diferentes tipos de autoconsumo, la Red Eléctrica utiliza una serie de códigos que hacen referencia a sus características técnicas y administrativas.
Tomando el ejemplo de las modalidades 41, 42 y 43 significan lo siguiente:
Otra manera de clasificar el autoconsumo puede articularse según la fuente de energía.
En ese sentido, las principales fuentes son:
Las tecnologías enfocadas en las energías renovables son cada vez más innovadoras y facilitan la instalación de sistemas híbridos que mejoran las ventajas del autoconsumo, y maximizan el ahorro energético y el aprovechamiento de los recursos naturales.
Los huertos solares permiten generar energía limpia y renovable aprovechando la energía del sol. Conoce todas las ventajas de esta solución innovadora.
Evitar que las palomas se acerquen a los paneles solares es necesario para no dañarlos. Puedes colocar mallas, pinchos o sistemas de bloqueo antipájaros.
Las comunidades solares son proyectos promovidos por entidades públicas o privadas que facilitan el acceso a una electricidad renovable de proximidad.